martes, 8 de diciembre de 2009

Primer viaje (1762-1763)


El 12 de enero de 1762, toda la familia partió hacia Munich; tocaron ante el emperador Maximiliano José II y continuaron hasta Viena. La permanencia en esta ciudad culminó con dos recitales ante la familia imperial en el palacio de Schönbrunn.

Wolfgang causaba sensación en cada concierto. Este fue como su viaje de prueba, pues recibió una gran cantidad de elogios. El 5 de enero de 1763, los Mozart retornaron a Salzburgo.

El gran viaje (1763-1766)

Este viaje empezó el 9 de junio de 1763 y durante tres años y medio, los Mozart recorrieron las principales ciudades de Europa, cosechando grandes éxitos. En Viena fueron llamados a palacio por la emperatriz María Teresa y ésta quedo encantada con el niño.

En Versalles, los Mozart tocaron ante el monarca Luis XV.

En Londres causaron la admiración del rey Jorge III; durante este viaje el joven músico compuso su primera sinfonía y conoció a Johann Christian Bach, hijo menor de Johann Sebastian Bach.

En Holanda deslumbró tocando el órgano más grande y complicado del mundo, y compuso su primer oratorio, a los nueve años de edad.

Cada presentación del joven Wolfgang Amadeus era una exhibición de su virtuosismo con el clave y el violín (se cuenta que ya en esa época podía tocar el teclado con los ojos vendados), y dejaba a los espectadores maravillados improvisando sobre cualquier tema que le proponían. Mozart dedicaba a las damas de la nobleza sus primeras sonatas para violín y clave.

La familia regresó a Salzburgo el 30 de noviembre de 1766.

Sus primeras óperas (1766-1769)

En septiembre de 1767, Mozart viajó a Viena acompañado por su padre y su hermana Nannerl, para desarrollar sus facultades de compositor.

En esta ciudad desarrolló una intensa actividad: escribió conciertos, sinfonías, misas, oratorios, cantatas y también sus primeras óperas, como la que hizo por encargo del monarca José II: la ópera bufa "La finta sémplice" ('La fingida tonta').

Los músicos de la época en Viena, vieron en el talento del niño una amenaza para sus puestos y comenzaron las intrigas. No creían que con sólo once años, pudiera escribir tan buena música, y decían que su padre era el verdadero autor de ellas.

Un caballero de 14 años (1769-1770)

En 1769, Mozart ganó en Salzburgo la plaza de maestro de conciertos, pero sin recibir un sueldo. Se le financió un viaje de estudios a Italia, donde Leopold pensaba que Wolfgang Amadeus triunfaría componiendo óperas.

Padre e hijo llegaron a Roma el 11 de abril de 1770. En el Vaticano, Wolfgang Amadeus escuchó el Miserere de Gregorio Allegri. Esta obra tenía carácter secreto, pues sólo podía interpretarse en la Capilla Sixtina y su publicación estaba prohibida.

Sin embargo, el joven compositor apenas llegó a la posada donde se alojaba, escribió de memoria una versión muy aproximada de la partitura completa. El Papa Clemente XIV, admirado ante el talento del músico de catorce años, lo nombró Caballero de la Orden de la Espuela de Oro, pero este título nunca le interesó.

Otro gran triunfo fue el estreno de la ópera Mitrídates, rey del Ponto, estrenada en 1770, en Milán. Aprobando un examen que al resto de los participantes les llevó tres horas él resolvió en media hora, fue admitido como compositor en la Academia Filarmónica de Bolonia.

El ingreso de Mozart a la Academia fue extraordinario, ya que aún le faltaba mucho para los veinte años, edad mínima exigida por el reglamento. En ese lugar conoció al padre Giovanni Martini, importante teórico de la música en aquel tiempo, y por el cual Mozart siempre guardó un gran afecto.

El nuevo príncipe-arzobispo (1770-1772)

Mozart realizó un segundo viaje a Italia, para asistir al estreno de su ópera "Ascanio en Alba". En 1771 regresó con su familia a Salzburgo, que por entonces era un principado eclesiástico regido por un príncipe-arzobispo. Se enteraron de la muerte del arzobispo Schrattenbach, que siempre los había apoyado.

Comenzó entonces una nueva etapa, mucho más difícil. Colloredo, el nuevo príncipe-arzobispo de Salzburgo, se mostró autoritario e inflexible con el cumplimiento de las obligaciones impuestas a sus subordinados. Mozart fue confirmado en su puesto de maestro de conciertos; recibiendo un modesto sueldo, pero su libertad poco a poco disminuiría, hasta el punto de sentirse esclavizado.

Años de lucha (1772-1778)

Mozart y Leopold fueron a Italia por última vez en 1772. En Milán, Wolfgang estrenó una ópera y escribió el motete Exultate-jubilate. Buscó un puesto digno y estable, pero en vano. Tuvo que regresar a Salzburgo. A los 17 años, Wolfgang ya no podía pasar por «niño prodigio». Empezaba ahora la lucha por la vida.

En 1773 hizo otro viaje a Viena, sin resultados prácticos, pero positivo para su arte, ya que conoció el nuevo estilo vienés a través de la música de Joseph Haydn. En enero de 1775 Mozart estrenó con gran éxito en Múnich su ópera La falsa jardinera. Fueron buenos años para Mozart: escribió óperas, sonatas para piano, conciertos para violín, divertimentos, cuartetos y mucha música sacra por encargo de su nuevo patrón.

Sin embargo, Mozart se sentía prisionero, sentía que no progresaba y en agosto de 1777 reclamó al arzobispo Colloredo la libertad para abandonar su puesto. Más tarde, acompañado por su madre, inició un largo viaje a París. En una escala en Múnich, conoció a la familia Weber y se enamoró de la hija mayor, Aloysa.

En Mannheim hizo amistad con un grupo de compositores de esa ciudad.

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